"Pensamientos de alguien que está 'so far away'"

La incertidumbre, se apodera de mi, casi más poderosa que el miedo, más aleatoria, jugando al azar, como una Ruleta rusa. 

(Que no falte la pistola)

Puedo seguir escribiendo, a pesar de todo, por mucho que me haga daño. A pesar de no acostumbrar a este dolor. A pesar de siempre buscar más.

"Las heridas me recuerdan que, por mucho que te caigas, hay que volver a levantarse", les digo. Y sonríen, con ironía, no me creen.

Ni yo lo siento como otros ni ellos entienden lo que siento. No me gusta la sangre, pero sí la representación de cómo ardo por dentro. Es nuevo.

Hay cosas que no se curan, las heridas no cierran, pero el camino no puede detenerse, los caminantes tienen que seguir caminando.

Yo me quejo a sabiendas de que los hay que están peor que yo, sería hipócrita si dijese que no lo volveré a hacer. Siempre quise ser lo que todos creían que no sería capaz de ser. Pero me cansé de ser la buena; no de mostrar una sonrisa. No de ayudar, la bondad, esa que hay oculta, que todos tenemos (o eso creo); pero de hacer lo que me mandan, hacer lo que esperan de mi, de eso sí.

¿Y lo que yo espero de mi?

Ya no son noches en vela, la Oscuridad me arropa por las noches, los pensamientos son un poco menos dulces pero las sonrisas diarias no se pierden.

Si Cupido hirió mi corazón adrede, pienso coger arco y flechas para darle caza.

(Pimeys, tu sais que je t'aime, ma amie...)

Mensajes subliminales en el abismo a pocos pasos. Unos tiran, otros, me tiran. Cielo gris, azul, color distancia, esperanza. Fuego, hielo.

Si te escribo es porque eres importante, pero tal vez tú, lector escondido, seas el siguiente. Y alguien tenía razón, que escribimos a quien nos hiere, pero se equivocaba en que no se escribe la felicidad. 

En un mundo perdido de esperanza, la luz de una sonrisa.

Y sí, seguirá siendo la mía.