jueves, 4 de julio de 2013

"Escritura como forma de vida"

Cuando usas la escritura como forma de vida, el simple hecho de no escribir durante varios días resulta casi dañino. La explicación es sencilla…Es como no vivir. Y tal vez sea eso lo que me ocurra a mi. Es irónico que todavía me miren y me consideren viva, cuando en mis ojos se ve claramente la decepción sufrida por el alejamiento de algunas personas, cuando se ve el profundo abismo frío y oscuro que antes no estaba ahí. En mi sonrisa (cuando sonrío, que cada vez me sale menos) puede notarse la tensión, y más sentimientos que no puedo definir con palabras...

A algunos la idea de vivir por la escritura les sonará estúpida, pero a mi, a esta chica que escribe con prisa y sin pausa en un teclado de teclas blancas, oyendo gritos de fondo y con el cansancio marcándose bajo sus ojos (sí, lo llaman ojeras, tú no las ves, pero para alguien que nunca las tenía, esa leve sombra significa algo), escribir significa vivir, y dejar de hacerlo, morir. Abismo oscuro el de la muerte, ¿No crees? 

En algunos sueños sueño (válgame la redundancia de mis anteriores palabras) que alguien me apunta con una pistola, que le suplico que apriete el gatillo, pero esa no es mi forma de morir. Mi forma de morir no es rápida, no con un disparo, una herida de bala, sangre, una caída, y un fin. Mi muerte es tortuosa y lenta, agónica casi, tendiendo hacia la vida de vez en cuando, cuando agarro un bolígrafo e intento revivir mis letras muertas. 

¿Por qué?¿Para volver a caer? A veces ni yo me entiendo. Las musas danzan a mi alrededor, como burlándose, de la presa de la muerte, que me agarra pero no tira, está esperando a que mi última gota de sangre (tinta) caiga sobre mi lápida (el folio) para hacerme pedazos.

Ojalá (y digo ojalá porque se utiliza, generalmente, para cosas que difícilmente se cumplirán) algún día alguien lea mis palabras y reconozca algo en ellas, un atisbo de talento, 'de algo'. Tal vez sea un sueño, pero las lágrimas en mis ojos al ver autores noveles sacar su primer libro significan una cosa: 'Yo también quiero llegar hasta ahí'. El problema es el 'yo también quiero'. ¿Dónde está mi determinación? No, esa frase tendría que ser 'Yo también voy a llegar hasta ahí'.

Pero cuando no me encuentro a mi misma, me cuesta ver el camino, que se desdibuja (¿No he hablado de ese camino antes, algún otro día?), no encuentro tampoco esa fe ciega en mis capacidades. No sé si alguna vez la habré tenido, pero había gente que la tenía. ¿Seguirá habiéndola? 

Algunos critican el que me llame escritora a mi misma, pero escritor es quien escribe (Pimeys tiende a enseñarme frases que grabar en mi memoria) y yo escribo. El cómo de bien no puedo decirlo yo puesto que no tengo potestad en este tema. Y qué más da. No seré la mejor, tal vez nunca (estoy recargando fuerzas para apostar alto) mas creo que debo intentarlo.

Será una tarde de escritura, sin duda. El tic-tac (o bum-bum) de mi corazón todavía no se puede terminar, mucha tinta queda por derramar sobre blancos e inocentes, puros y brillantes folios y mucho por teclear. No puedo abandonar, no todavía.

2 comentarios:

  1. No abandones. El vacío se forma cuando has dado el alma en algo. Los escritores, creo que tenemos algo en común; mientras escribimos ''rellenamos ese vacío''.

    Mery, me alegra muchísimo estar conociéndote. Lograremos hacer esa historia juntas.

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    Respuestas
    1. Los escritores, cosas en común, letras inagotables rellenando ese vacío.
      Lo lograremos, Noa.

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