domingo, 3 de noviembre de 2013

Caos y rascacielos (Colaboración)

Colaboración con @Karbono_ (negrita)
Mi texto aparece en letra normal
Improvisaciones



Dos ojos, dos manos, un propósito.
Desparpajo de mis dedos, insólito.
Timidez de los tuyos, arrítmicos.
Los nervios incapaces de ser cínicos.



Los labios, nerviosos, sin ritmo
buscando en manos ajenas el delirio
de acariciar el corazón, tan solo, tan tímido.

Los suspiros tan leves, prohibidos.


Rascacielos de ritmo y de líbido.
Donde retumban murmullos cual cánticos.
Donde hacen eco sollozos caóticos.
Donde supuran heridas en tránsito.



Los orbes del Caos sonando
las lágrimas caen rimando.
Con el motor de su vida en mano,
recordando (falsos) amores pasados.



Volviendo a recordar arañazos apabullados, 
viviendo, sintiendo (sangrando...)
Su mirada es tan bonita que se la llevó Caronte,
Llego a ellos  si avanzo hacia el horizonte.



Sin recuerdos, respirando, en vano.
Las verdades afloran 'al pasado'.
Se encontraba, ella, soñando,
en el séptimo piso de un alto.



Si en la noche suenan sus gemidos se autodenomina arte.
Como salir del coma y suicidarte...
Como palpar con las yemas sus rasgos y llorar el mundo porque no entiendes su braille.



Oye al viento susurrarle
las historias de las que ya no forma parte.
Y le grita con silencio a los gigantes
que ellos, rascacielos imponentes, la ayuden a levantarse.
Le ignoran, ya nadie es suficiente.



Se encuentra en el abismo, no paracaidas,
en parapente.
Sin dos dedos de frente...
Porque ya echó demasiadas manos.



Salta, creyéndose ángel,
sus demonios se burlan, vuelan por delante.
Obscuro el suelo se vuelve,
le tiende la mano la Muerte.



Las puyas que se lanza a sí mismo, no le protege ni el kevlar.
Quizá dé mucho que hablar...
Sobre él se levantan nubes y tesis negras...
De las que llegan a enamorar.



Vuelve, sin vida, sin alma,
a recuperar sus versos
(echados en falta).
La locura de la mano la arrastra, ella, a quien con besar sus labios le basta.



Sigue buscando enderezar su existencia...
Siguió mil rectas pero siempre acaba en curvas.
Su mirada es la antagonía completa de una rumba, 
se parece más al vaivén de una mantis.



Con un ósculo el pacto lo cierra,
en la barca de Caronte te espera.
Que tu vida a perder echas,
por seguir de sus labios la estela.



Dejando secuelas, condicionado por espuelas...
Echando de menos tus yemas...
Echo de menos las mañanas...
Desesperando sexo en su cama.

4 comentarios:

  1. Oh, es tan hermoso... Vuestra poesía es un acorde de versos perfecto. "Con el motor de su vida en mano" es una expresión que se quedará en mi mente, sin duda... Me ha encantado leer vuestro poema esta noche.

    Gracias, y os felicito por este gran trabajo.

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    Respuestas
    1. Me alegra mucho que te haya gustado, A., y que hayas sacado tiempo para leernos.
      Un placer.

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  2. IM-PRE-SIO-NAN-TE
    Me ha encantado, de verdad, es... sin palabras.
    Gracias.

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  3. Me encanta este poema y tu blog. Gran escritora.

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