domingo, 15 de diciembre de 2013

Vuelvo al juego

Esto fue escrito el día cinco de este mes. No corregiré repeticiones de palabras, pues aunque creo que requiere de revisión, ese momento de escasa perfección tenía más de Imperfección (personificada) que muchos instantes de mi vida.

Esta odiosa sensación de vacío. Antes sentía Tristeza. Ahora ni eso. Estoy estancada. La Felicidad parecía haber vuelto. Ahora es como el parpadeo incesante de una bombilla que se divierte entre la Luz y la oscuridad. Tomo decisiones que pueden marcar mis próximos meses; lo vuelvo a arriesgar todo; subo la apuesta; me juego la Vida a cualquier cara de esa rodante moneda. Parece que busco nuevamente el abismo; ¿Lo prefería a la estable sensación de estar a salvo?

Las lágrimas están dispuestas a no brotar. ¿Y si he olvidado cómo querer? Lo dudo. Pero he decidido aceptarme, curarme de las heridas que él dejó en mi. Cuando salgo ahí fuera veo sombras. Veo maldad. Y chillo. ¿Dónde quedó la hermosura del mundo?¿Dónde quedaron las sonrisas que no escondían maldad bajo la comisura?

Igual sólo necesito llorar. Gritar. Escapar. Y volver a mi onírica estabilidad emocional. 
Sigo pensando que podrán ser todo mentiras, pero yo seguiré creyendo en la cuasisinonimia de Amor y Dolor. 

No sé si quiero romperme o levantarme.


Estoy triste. Y quiero llorar. Para dejar de estarlo. Porque yo prometí ser feliz. O estarlo. Estarlo. Me repito. Lo escribo. Tengo que centrarme. Tengo que. Necesito.
Unas vacaciones estarían bien.

Pero, cómo no, tú sólo verás que mi texto está vacío.
Como yo.




Nótese la ironía de mi última línea.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Plantilla hecha por Living a Book.